Rendimiento escolar
En este estudio, Daniel Cárdenas y yo quisimos comprobar la relación entre la efectividad y eficiencia de los alumnos de instituto y la hora de comienzo de la jornada escolar y el horario de las clases. Sentíamos curiosidad y la necesidad de saber de qué manera y por qué a los países nórdicos les funcionaba tan bien su sistema escolar retrasando la hora de comienzo de las clases
Para ello, elegimos un instituto de la Comunidad de Madrid que tuviera unos alumnos con un nivel académico similar. Gracias a su historial académico pudimos decidir quiénes de entre todos ellos debían participar en este estudio y los dividimos en dos clases, Clase A y Clase B.
Las dos clases acababan la jornada a las 14:00. Pero el grupo A empezaba la jornada a las 8:30 y el B a las 10:30
Teniendo en cuenta que tenían las asignaturas en el mismo orden, y que la Clase A tenía dos clases más al día, llegamos a la conclusión de que para medir su rendimiento la mejor opción era hacer un examen semanal de cada asignatura, además de observar de qué manera siguen los alumnos las explicaciones del profesor o la profesora dependiendo de la hora de la mañana.
De esta manera nos dimos cuenta que estábamos en lo cierto con nuestra hipótesis.
Demostramos que la clase B tuvo un mayor rendimiento y una mejores calificaciones al llegar a clase más descansados. A la vez que podían seguir con mayor eficacia la jornada escolar.
